«Obras vistas que se han visto poco», «obras que sólo se han visto una vez» y «obras que nunca se han visto» componen esta nueva exposición de Rita Rutkowski (1932), una breve pero representativa selección de una de las trayectorias artísticas más longevas y fructíferas en nuestra ciudad. Cuerpos, coches, reflejos… el tiempo y el espacio, prisioneros en el juego cromático, sutil y rico, desplegado por Rita en su pintura.
«Creo que el pintor debe ser atravesado por el universo y no querer traspasarlo él… Espero a estar interiormente sumergido, sepultado. Pinto acaso para surgir», escribió el gran Paul Klee. Para Maurice Merleau-Ponty, «la visión del pintor es un nacimiento continuado». Estas 17 obras que podemos ver aquí son eso y nada más (y nada menos): 17 epifanías, 17 apariciones del mundo y la realidad a través del acto de pintar. Ese es el arte. Puro. Nada más. La pintura.