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Leí el Manuscrito Carmesí, solamente, vi entrevistas con don Jesús Quintero como si fuera poco, usted, don Antonio Gala y puede reírse por ello, me quita el sentío en la más bella de las acepciones. Un sentío que con usted cobra su bella significación de plenitud encarnada en sus sabias palabras y su obra, esa obra que leo y me desgajo en envidia, una envidia sana por llegarle qué a la suela del zapato, llegar a ser siquiera el can compañero o el bastón sempiterno, llegar a donde usted ha llegado. Porque sí ,sé que sabía el camino, pero querido desconocido, deseo ir donde usted está pues de lo contrario la eternidad sería una perenne soledad aburrida y desprovista de belleza.
En el Manuscrito carmesí degusté su delicadeza, su sexto o séptimo sentido, y con las entrevistas llegué a la conclusión de que quiero heredar su deje, su manera de ser, de afrontar la vida , de narrarla, de contarla de disfrutarla o sufrirla pero siempre sabiendo encontrar la palabra precisa y más bella en el espacio infinito que deja .....gracias por tanto pero sobre todo por hacerme y hacernos pensar, por hacernos reflexionar y no llegar a otra conclusión que donde esté un pitillo bien fumado, me pueden acercar o puedo llegar al cenicero que me siento sino una estúpida admiradora y estoy aprendiendo a amarme, a amar mi yo, como usted dijo una vez amarse para amar, supongo que no es nada nuevo pero en sus labios suena a novedad, a inquietante eternidad en la que deseo se encuentre pues no concibo que el placer de fumar cese o el de escucharle desaparezca. Gracias por tanto , sobre todo por la sincera verdad que casi duele de saberse una ignorante y mal dotada ante tanto despilfarro de talento. Gracias por existir y desexisitir aunque esto último lo dudo pues ya que venimo s a a esta vida como apolinea o dionisíaca incertidumbre espero con la impaciencia de niño que quiere ver una cigüeña que la eternidad sea en realidad ese cigarro a medio fumar o el bastón asido que usted asoma y provoca una irreverente paz el escucharle , una rebeldía anárquica de serse sin conocerse. Y aprovechando que no le conozco, le deseo o deseo que no hayan prohibido fumar en el cielo. Usted escribió su epitafio "conozco el camino", yo escribiría "aquí yace lo que nace". Gracias por tanto don Antonio Gala.....
Vivirá para siempre en los corazones de los escritores a los que dió una oportunidad y a los lectores que amamos sus obras. Gracias maestro
La muerte da una esperanza de vida, así como la esperanza de la muerte es la vida y como dijiste "Murió vivo", "La vida es estarse muriendo y nada más"
No está muerto, está "sembrao". Gracias genio.
Mil gracias y muchas más por entrar en mi vida y ser mi mentor. Tú me has elevado y contigo iré donde tú me lleves 📚
Gracias por el rico legado que nos dejas Antonio. Descanse en paz tu alma.
Desde Salou - Tarragona - España,
Mis más sentido pésame por la perdida irremplazable de este gran ser, gran figura como los haiga, nos deja un magnifico recuerdo, un mar de sabiduría, una persona con un vocabulario como no había otro. Los genios nos dejan tarde o temprano a nuestro pesar y Antonio Gala ha sido y será un genio de los más grandes aquí y donde esté.
D.E.P. mi querido maestro.
Desde la ciudad de Concepción de CHILE, hago llegar mis más sentidas condolencias a todos los que han amado y hecho suyo el legado creativo de un espíritu inmenso y libertario como fue el poeta ANTONIO GALA. De él podemos decir que entró en la muerte con los ojos abiertos!!! Q.E.P.D.
Gracias, manchego, por tu legado. Te he admirado desde bien pequeña, y me alegro que hayas sido feliz en tu querida Córdoba rodeado de tus perritos. Te quedas en nosotros.
A Cordoba huérfana has dejado
Poeta del incienso y la canela
Temblorosa llama de una vela
Digno de un Califa tu legado
De versos tu senda has empedrado
Crisol de lirismo y de belleza
Cálida y honda tu naturaleza
Que aliento al alma nos ha dado.
El llanto del Genil que se repite
Recuerda al ruiseñor que ya te has ido
Que perdiste el último envite.
Puedo fingir no haberte conocido
Pero le llanto no me lo permite
Pues por tus sonetos me he perdido.
Como tú mismo escribiste: venceremos a la muerte mientras nuestros amigos nos recuerden con cariño, esa es la única inmortalidad de la que estoy seguro. Por eso tú no has muerto ni morirás nunca, vivirás en tus libros y en todos los que te queremos y seguimos necesitando. A mi me salvaste a través de tus libros y a ellos sigo acudiendo para multiplicar mi alegría y buscar consuelo. Gracias Antonio por todos los detalles que tuviste conmigo, por tus palabras de ánimo cuando más las necesitaba gracias por tanto….. has sido eres y serás por siempre alimento para mi alma. Descansa amigo, allí nos veremos.
FELICIDADES.
Querido Antonio, con tu partida la palabra ha enmudecido, nuestro caminar queda huérfano, gracias por ser "El dueño de la herida" literaria de muchos de nosotros. Tú eres "El imposible olvido".
Alimentada por la catarsis abstracta,
Noche que descorcha el pasado inaccesible.
Tiempo que desentierra la profunda zanja,
Oscuridad que precinta la urna de las ascuas avivadas.
Nunca la luna omnipresente navegó sin rumbo...
Inmortalizar el templo de los sacrificios,
Olvido y secretos inconfesables...
Hasta siempre...
Siento una profunda tristeza , por la marcha del que ha sido y será por siempre , mi mejor maestro. Fuente inagotable de sabiduría, de la que bebo cada día. He atesorado tus libros a lo largo de los años , como verdaderas joyas. Te quiero , te admiro y te respeto infinitamente . ANTONIO GALA , MIL GRACIAS POR TODO
Querido maestro.
Me dedicaste un libro en el parador de Carmona. Allí ocurrió una anécdota que no se me olvidará nunca. Cuando aquella puerta de cristal se rompió y calló hecha añicos al suelo, con el ruido que eso hizo y todo porque una señora quería entrar empujando la puerta, cuando tenía que tirar de ella. Estabas allí. Te volviste y dijiste una frase al más puro estilo Antonio Gala: "que ruido más estruendoso!".
Nos dejas un legado de historias contadas. Nos dejas bien surtidos de historias para re leer una y otra vez. Nos lo dejas a todos nosotros y a futuras generaciones. Pero ay! Cuanto se te va a echar de menos !
Un día te fuiste para no volver, mas cada día regresas a nosotros, mientras reímos, lloramos, gemimos...
Y tú, desde esa eternidad en la que ahora habitas, sigues viviendo en nosotros, mientras reímos, lloramos, gemimos...
Nuestras cabezas son sacudidas cuales árboles en una tormenta y tú, tú sacudes tus alas transparentes, convirtiéndose en polvo de estrellas que llega a nuestras cabezas calmando nuestra desesperación.
Gracias por todo querido Antonio!!!!
Se nos ha ido uno de los grandes creadores de la historia reciente de nuestro país, un verdadero sabio, culto, inspirador y con esa mordacidad, siempre elegante, que tanto me cautivaba.
Es una de las personas que me hubiera encantado conocer, haber podido tener la oportunidad de compartir con él aunque hubieran sido 5 minutos.
Nos queda su legado literario y tantas y tantas entrevistas, algunas de ellas verdaderas lecciones de vida, sabiduría y realismo.
Vuele alto, don Antonio.
SONETO A ANTONIO GALA
Ha extendido la luz sus siete abismos
por las amplias esquinas del vacío
y preguntado Heráclito hay un río
que es de los que no saben de sí mismos.
Más allá de la noche y de egoísmos
te siento más que nunca dentro y mío,
notario de las flores y el estío,
vigía de tormentas y de sismos.
En el metal de la campana eterna
se percibe un ligero roce de ala:
es el llanto del pájaro que hiberna
en el silencio oscuro de la sala
donde la claridad por fin gobierna
y el universo azul viste de gala.
Buenos días, escribimos desde el colegio San Isidoro, de Torredelcampo, Jaén. Somos la clase de sexto B, estamos trabajando un cuento de Antonio Gala para recordar y homenajear a este gran autor. Nos está gustando mucho Monólogo de un perro, lo recomendamos. Y desde nuestra clase enviamos apoyo y cariño a sus familiares y amigos.
Un abrazo, 6ºB
Desde el pasado 28 de mayo, domingo, su nombre quedó grabado, ahora definitivamente, en el recuerdo y alma de cuantos tuvimos la suerte de conocerlo y coincidir, aunque brevemente, algún momento con D. Antonio Gala Velasco. Es un tesoro creativo toda su producción literaria. Es y ha sido un cordobés único y un andaluz profundo. Nos dejó un concepto existencial de Andalucía, con su "Viva Andalucía Viva" y un epitafio memorable en su "muríó vivo". Ahora reside eternamente con "su única hija", en su Fundación (qepd).
En mi nombre y de Eirene Editorial enviamos un abrazo a la familia de Antonio Gala: la de sangre, la que le amó, la que le leyó y leerá, la que le admiró y admirará siempre.
Enormemente agradecidas a su legado: Antonio Gala, primero de todo, poeta.
Un abrazo de amor, gratitud y admiración.
María Consuelo
Inmenso, Antonio Gala. Me ha llegado su fallecimiento tal y como si fuera alguien cercano muy cercano a mi. Es que éso transmitía: calidez, ternura, proximidad. Nos queda su legado ( que no es poco ), y también las geniales conversaciones con Jesús Quintero.
Abrazo grande desde Buenos Aires, Argentina.
Gracias Antonio Gala por tanto. Espero que, allí donde estés, te aprecien tanto o más de lo que se te apreció en vida. El Gran Teatro va a llevar tu nombre o movilizaremos a toda la ciudad.
Has sido y serás el mejor dramaturgo de esta época.
Te queremos.
Querido Antonio, muchas gracias, de corazón, por tu generosidad. El año que pasé en la Fundación fue el mejor de mi vida. Gracias por todo lo que aprendí contigo, por los amigos, por los mejores recuerdos de mi vida. Que la tierra te sea leve.
Despues del Manuscrito Carmesi, ya no pude parar, me preguntaban que quieres para tu cumpleaños, y decia, el ultimo libro de Antonio Gala, me quedan tu libros, las horas que has llenado mi vida. Te doy mil gracias por existir. Ten un buen viaje, aqui te seguiremos recordando. Hasta siempre !!!
Haciendo escala en mi pecho
Le salieron al pájaro las alas
y se marchó volando hasta otro cielo
y fue dejando versos en su vuelo
mientras hacía por mi pecho escala.
Se consumió la luz de su bengala
sin lágrimas ni rezos en el duelo.
Tornó de lila el blanco de su pelo
y enmudeció, por fin, Antonio Gala.
Su pañuelo de seda y su bastón
se quedarán mirando al infinito
soñando con su boca y con su espuma.
En la atmósfera queda su canción
y en el papel un poema manuscrito
en donde cuenta que perdió la pluma.
Juan Portillo
Iré a verte, a estar ahí, cerca, casi al lado.
Gracias y mil gracias por tanto, que nos has dado, que me has dado. He viajado contigo , me has trasladado siempre a lugares y situaciones extraordinarias, llenas de alegría y tristeza, he llorado y también Fe reído mucho! Y lo seguiré haciendo! Siempre! Deseando llegar a casa y volver a releerte, y seguir disfrutando contigo. Pero qué pena pensar , ya lo venía pensando hace tiempo, que esto tenía que pasar..
Te quiero siempre, ❤️
Mi admirado dramaturgo, novelista, poeta... Un placer leerte pero también escucharte por tu sabiduría, tu verborrea rápida e ingeniosa y tu enorme sentido del humor. Solía visitarte cada cierto tiempo en tus libros o en tus apariciones televisivas o radiofónicas, y ahora que te has ido he vuelto a hacerlo como la primera vez. Nunca me canso. DEP, maestro.
Pasan los días y renuncio a despedirme. Estarás siempre, en los libros de mi mesita de noche, en tus entrevistas con Jesús, en mi recuerdo por siempre... Sonríe con esa malicia tan tuya... Sigue con nosotros, siempre... ✨
Querido Antonio:
¿Existen los verdes campos del Edén? De ser así, debes estar feliz junto a tus perrillos, que correrán hacia ti para celebrar el reencuentro. Y aquí, en la tierra, especialmente en Andalucía, te recordamos con mucho cariño y admiración. Igual que cuando te vivimos.
No tuve la ocasión de acercarme personalmente a ti, pero lo hice a través de tus obras. Te descubrí con 15 años y crecí subrayando tus libros, copiando tus poemas en las libretas de la escuela, hablando de ti a mis amigos como si fueras uno más de la familia. Eras parte de mí sin tú saberlo. Indagué en tus artículos periodísticos en mi trabajo final de carrera. Y como me quedé con ganas de más, el máster me dio la oportunidad de volver a tus novelas. Lo que en principio podría ser un castigo, como es un trabajo académico, fue para mí un gozo.
Antonio, la vida es un suspiro. Nos veremos más allá de este precioso jardín.
"Tu me abandonarás sin hacer ruido
mientras mi corazón salpica y juega,
sin darse cuenta de que ya te has ido..."
Jamás te irás de mi vida, de mi corazón ni de mi biblioteca, tú querido Antonio, eres de esos seres luminosos que se quedan de una u otra forma para siempre en uno, y quizás seas, sin dudarlo mucho, de lo más hermoso, perdurable y verdadero que he tenido en mi vida.
Me gusta saber que ahora, que puedes verlo todo desde otro lugar, puedas ver por fin cuánto te amamos.
Cristina Lopo
Pilar, Buenos Aires, Argentina.
Querido Antonio, te tengo presente en el día en que, después de una disertación tuya, esperé para que firmaras tu libro, ya mío. No me dejaban aproximarme a ti pero me miraste y le dijiste al guardia que podía acercarme y aquí estamos, con tu libro y tu dedicatoria.
También, cuando estuviste en la casa de las Madres de Plaza de Mayo. Tan fiel a tu pensamiento, tan sincero en tus palabras.
Querido Antonio, no te has ido: eres parte del aire, eres parte de mis pensamientos. No te has ido, estás en mi corazón aquí, en Buenos Aires.
Siempre.
No te olvidaré jamás, Antonio. Gracias por los momentos felices contigo, gracias por acogerme en tu casa en la ciudad soñada de Córdoba y darme una familia, unos grandes amigos para siempre. Gracias, porque sin ti, puede que ahora no estuviese pintando.
Durante los últimos años siempre me he preguntado qué tal estabas o si volvería a ver alguna obra de arte tuya publicada.
Hace una semana me enteré de que nos habías dejado y yo sentía mucha tristeza por no poder ir a despedirme de ti.
Al día siguiente, una de mis mejores amigas sin saber que me gustabas tanto, me escribió diciéndome que había soñado que fuiste a su casa buscándome porque tenías prisa y tenías que marcharte. Ella te pedía que me esperaras y así lo hiciste.
Gracias por esa magia en tus palabras, Antonio.
Gracias por ese legado imborrable que has dejado.
Vuela alto.
Querido Antonio, nos enseñaste mirar a la vida con alegre serenidad. Y has dejado una huella imborrable en el corazón de quienes te hemos querido. Tus libros serán siempre bastones en los que apoyarnos para seguir andando el camino. Descanse en Paz.
Maestro, sin ti la palabra ha quedado muda, sin ti la poesía está huérfana y en un silencio perpetuo. El "Gran Mago de la Palabra" ya no está... Pero vives en cada línea de tus escritos, y es que tenías el poder de hacer magia con cada escrito tuyo.
Siempre vivo mi querido Gala.
Hace una semana, se murió Antonio Gala. El día de las elecciones. Precisamente él, que sacaba a relucir lo mejor de su peor vocabulario para hablar de los políticos. Qué ironía. Me enteré justo saliendo del colegio electoral y me pasé todo el camino en coche hasta casa de mi madre llorando como si se hubiese muerto alguien de mi familia. Y no por mitomanía, que es un pecado del que me declaro practicante confeso, sino porque al señor Gala lo he tenido más tratado que a muchos con los que comparto esa cosa tan abstracta que es la sangre.
Con doce años leí La pasión turca —un escándalo, lo sé. Inconcebible en estos tiempos locos de pines parentales y roaldaladas varias— e inmediatamente me convertí en rendido fan, en admirador sin límites de su prosa preciocista, de su pose, de sus eses arrastradas, de sus erres híper ruladas de Edith Piaf a la española, de su cultura desbordada, de esa mala lengua suya que solo saben practicar con elegancia los que de verdad conocen el manejo de la lengua, de sus lecciones de vida y de sus libros, por supuesto.
Me lo leí todo. Y si no todo, casi todo. Y también vi todas sus entrevista en la tele y grabé alguna en VHS para luego mirarlas y remirarlas con esa cosa compulsiva del fanático. No me cansaba de escucharle contar una y otra vez las mismas historias: cuando el prior de la orden donde había ingresado le dijo que su voz no era para estar allí encerrada y, al salir del convento, en una radio en una ventana sonaba Ojos verdes, cuando en las cenas proponía jugar al juego del amante y el amado como si la vida fuese un eterno Cantar de los cantares, cuando anunciaba que su epitafio sería “Murió vivo”.
También le mandé alguna carta, una más entre las 150 que recibía a diario o entre las más de 27.000 de pésame por la muerte de Troylo, su perrito adorado. Naturalmente, nunca tuve respuesta. En una firma de libros le pregunté por la fundación y me puso como los trapos al Ayuntamiento de Córdoba, a los arquitectos y a la constructora. La apertura de la fundación se le antojaba entonces algo lejano, inalcanzable. Y aunque sí llegó a materializarse finalmente, lo hizo lo suficientemente tarde como para que yo no pudiera ya siquiera soñar con entrar en ella. Luego conocí a algunos de los que por edad sí que lo hicieron y no sé si exagero, pero todos me parecieron gente especial, con una luz distinta, como si haber vivido con el maestro les hubiese puesto, de verdad, una señalita sobre el corazón.
Decía Saramago de Lanzarote que no era su tierra, pero era tierra suya. Antonio Gala nunca fue mi maestro, pero fue maestro mío. Maestro elegido, como elegida es la familia de verdad.
Me contaba mi amigo Jesús que su tía María decía que solo los buenos se morían en domingo. Antonio Gala tuvo además el tino de hacerlo en medio del estruendo político para así poder irse como había vivido sus últimos años, callado, para poder irse cantando bajito.
Los grandes se van yendo y nosotros nos vamos quedando más solos, rodeados de estrellas del Shein que solo brillan tres días y cada vez con menos anclas que nos agarren al suelo de este mar embravecido de la vida que nos mata.
Iré a Córdoba, al patio de su fundación, a llevarle flores, que tanto le gustaban, y a decirle que sí, que se ha muerto VIVO.
Gracias por todo, Antonio.
Algo murió en mi alma, el respeto, cariño y admiración que le proceso, siempre vivirá, usted si que puso un sello sobre mi corazón, que la tierra le sea leve maestro 💔
Querido Antonio, no te olvidaré nunca, tus palabras son poesía pura; Reúnete con tus perrillos y cuida de los que te queremos. Hasta siempre .
Maestro,su partida causó una tristeza inmensa,soy fiel seguidor suyo. Me daba paz y me curaba el alma escucharle y leerle. Que la tierra le sea leve. D.E.P.
Maestro,su partida causó una tristeza inmensa,soy fiel seguidor suyo. Me daba paz y me curaba el alma escucharle y leerle. Que la tierra le sea leve. D.E.P.
Maestro,su partida causó una tristeza inmensa,soy fiel seguidor suyo. Me daba paz y me curaba el alma escucharle y leerle. Que la tierra le sea leve. D.E.P.
¡Gracias por tu legado y tu Arte! ¡Gracias por el amor a la tierra de mis padres!. Yo también me siento una cordobesa nacida fuera de Andalucía.
La palabra nunca muere.
La palabra justa en el momento adecuado. Palabras que han llenado el alma y difuminado la soledad para hacerla sonora. Solo tu, Antonio, has sido capaz de poner palabras al silencio y llenarlo de sentido, de amor, de intensidad. Lo seguirás haciendo allá donde estés. Te seguiremos leyendo hasta que nuestra propia luz se apague. DEP.
El alma que habitaba su cuerpo, estimado señor Gala, sigue entre nosotros. Tus obras también. Gracias por compartir tus reflexiones.
Un ser de luz vuelve a ser uno con el Universo. Su legado está y estará vivo en la belleza de su obra literaria, y su obra formadora. Que la tierra te sea leve Maestro.
Antonio Gala, un digno ejemplo de la narrativa, la poesía, y la dramaturgia, nos deja un legado innovador, de gran fuerza lírica, espiritual.
Soñaba mucho con conocer a Antonio Gala en persona, aunque su palabra sigue. Él visitó mi país, Costa Rica y muchos escritores le guardamos un enorme aprecio por la fineza de su tacto y el pétalo único de sus palabras. Espero haya muerto como él soñaba su epitafio: "morí vivo". Sit tibi terra levis
Quedará para siempre en nuestra memoria ese inolvidable día en que Antonio Gala vino a nuestro pueblecito a inaugurar la Biblioteca Municipal, entre risas y bromas por la peculiaridad del edificio. Siempre estará presente porque nos deja un gran legado.
Os hacemos llegar nuestras condolencias a familiares, amigos y a la Fundación Antonio Gala.
Espero q estés a la sombra del naranjo rodeado de los perritos a los que amaste y en la serenidad que perseguías. No hay palabras para agradecerte la generosidad y el apoyo que nos brindaste. Te llevamos como un sello en el corazón. Hasta siempre.
Siempre permanecerás en mi. Ya eres eterno, realmente ya lo eras.